Ilusiones de mi Vida

 Miedo   Unos tienen miedo a no tener dinero, otros a no divertirse, otros al dolor...    Yo simplemente tengo miedo al miedo. Esta palabra te atenaza, te empequeñece y te obsesiona. Yo siempre he tenido miedo. He tenido miedo a vivir a tope, a conocer gente, a visitar lugares nuevos, a sentir un nuevo olor...    Pero ya no.  Solo voy a sentir miedo a no poder sentir miedo. Porque el miedo te hace fuerte y yo soy fuerte.

Hoy me he vuelto a reencontrar con la vida. Está  siendo un año muy duro. Pero alguien me ha ayudado en un trámite administrativo y no tenía  porqué.    Simplemente ese gesto me convence de que tengo que seguir creyendo en el prójimo. A esa señorita (que nunca sabrá que ha sido protagonista en mi vida aunque sea por un día), gracias.

... Y es la trágica dictadura de la rutina contra la que la mente debe luchar para conseguir sobrevivir al tiempo.

Reflexión de hoy:    No todo es blanco o negro. Existe el gris que es un color que me gusta mucho y además te ahorra muchos disgustos.

Estoy sobrepasado. Hay tantos temas que me interesan y en los que me gustaría profundizar que me colapso y No hago nada. Zoología, botánica, historia y prehistoria, cosmología, filosofía, esoterismo, psicología... En fin, tengo que seguir en esta zozobra existencial e ir aprendiendo lo poco que rebusco cada día.    Mi deseo, la sabiduría, mi realidad, el desconocimiento.

Soy un gran amante de los animales.    En especial os quiero hablar de una especie de ave voladora muy especial para mí: el vencejo.    A simple vista no es especialmente llamativa, incluso diría, más bien vulgar. Pero es un prodigio de la naturaleza, ya que aparte de ser muy beneficioso por su dieta insectivora, es un poderoso volador que es capaz de vivir sin posarse en casi toda su vida, migrar miles de kilómetros desde el África subsahariana hacía Europa, así como dormir, copular y diría que incluso morir en el aire.    Pero a nivel personal hay más. Siempre me ha fascinado su tremenda velocidad y sus brutales cambios de dirección y soy capaz de pasar horas admirando sus cabriolas y evadirse de todo lo mundano.    Paso el mes de febrero esperando ver la silueta de los primeros en aparecer y así me indican la sucesión de estaciones y en consecuencia de la vida. Y en septiembre cuando nos abandonan me entra una nostalgia propia de la estación a la que entramos.    Pero desde ha